La confidencialidad y el privilegio abogado-cliente son dos normas jurídicas que protegen su intimidad cuando se comunica con su abogado.
Son una parte importante de nuestro sistema jurídico. Estas dos normas son similares, y ambas pretenden animarle a discutir libremente todos los hechos de su caso sin temor a que la información que revele a su abogado sea compartida con otros o utilizada en su contra.
Disponer de toda la información pertinente sobre su caso ayuda a su abogado a asesorarle adecuadamente.
La confidencialidad es el deber ético de un abogado de mantener en privado cualquier comunicación verbal o escrita de un cliente recibida en el curso de la representación legal. Cubre no sólo lo que el cliente comparte confidencialmente, sino también cualquier información relacionada con la representación, incluso si esa información no procede del cliente. Esta información sigue siendo confidencial una vez finalizado el caso e incluso después del fallecimiento del cliente.
El deber de confidencialidad del cliente es una norma ética en todos los estados y forma parte de las Reglas Modelo de Responsabilidad Profesional de la American Bar Association. El abogado que incumpla este deber revelando indebidamente información confidencial puede ser objeto de sanciones disciplinarias.
El privilegio abogado-cliente es una norma de prueba en los procedimientos judiciales. Protege su derecho a negarse a revelar comunicaciones confidenciales entre usted y su abogado y a impedir que cualquier otra persona revele esta información. Es una de las normas más antiguas de protección de la información confidencial, que se remonta a la Inglaterra del siglo XVI.
En virtud del privilegio abogado-cliente, un tribunal no puede obligarle a usted o a su abogado a revelar información que usted comunicó a su abogado cuando buscaba asesoramiento jurídico. Este privilegio le pertenece a usted. Sólo usted puede autorizar la divulgación de información renunciando a su privilegio. Hay algunos casos en los que no se aplican las protecciones habituales de la norma de confidencialidad y del secreto profesional entre abogado y cliente. Si la información que usted compartió con su abogado llega a ser de conocimiento general, ya no se considera privada y no está protegida por la regla de confidencialidad.
Si da su consentimiento, su abogado puede revelar información que normalmente se mantendría secreta en virtud de la norma de confidencialidad o del privilegio abogado-cliente.
Su abogado no puede revelar información que usted revele sobre actividades delictivas pasadas. Pero si intenta utilizar los servicios de su abogado para cometer o encubrir un delito grave o un fraude, la norma de confidencialidad y su privilegio abogado-cliente no le protegerán.
Saber que las comunicaciones con su abogado se mantendrán en privado ayuda a crear la confianza necesaria para una buena relación abogado-cliente. Si tiene alguna pregunta sobre la norma de confidencialidad o el privilegio abogado-cliente, póngase en contacto con nosotros y permítanos explicarle cómo se aplican en su caso. Son protecciones importantes que debe preservar.